La serigrafía es una técnica simple y económica con la que podrás dar estilo a toda tu ropa. Aunque en el mercado se comercializan prendas realizadas según el método convencional, te enseñaremos una opción utilizando materiales que tienes en casa, sin grandes gastos y en mucho menos tiempo.
Para implementarla, necesitaremos la malla de serigrafía del tipo más económico, que puedes adquirir en mercerías y tiendas de artesanía. Elige una de 50 hilos, en un tamaño adecuado para las telas o papeles que quieres estampar. Este tejido flexible se montará a un marco hueco de aluminio, plano, o uno de madera para economizar los costos.
También necesitarás cartulinas, el ordenador con la impresora, el diseño elegido, trincheta, la pintura de tela adecuada y una espátula de goma, como las que se usan para limpiar el piso, o bien un elemento plástico bien plano.
Haciendo la figura central
Configura el diseño dejándolo en simplificación lineal o en blanco y negro, para definir adecuadamente las zonas a estampar y las libres. Debes hacer un dibujo por cada color a imprimir, en hojas gruesas (como cartulina u otra) para resistir a la humedad y el roce.
Una vez impreso, cala con la trincheta para dejar abiertas las áreas por las que dejarás pasar cada pintura. Coloca la cartulina cortada sobre el interior del marco y la malla, y luego adhiere recortes sujetándolos con cinta adhesiva, para evitar el paso de los colores hacia el otro lado. Recuerda dejar pequeños pliegues elevados en el interior del marco, por precaución.
Estampado del diseño
Estira la camiseta sobre la superficie de trabajo, colocando un vidrio o madera entre ambas telas de la prenda. Pon el marco con la malla hacia abajo sobre la playera, fijándolo bien para que no se mueva ni se levante de su sitio. Finalmente, sólo deberás verter un poco de pintura en la parte superior del papel donde se luce la imagen recortada, abarcando todo el ancho del mismo, y comenzar a estirarla hacia abajo con la ayuda de la espátula de goma.
Es mejor hacer dos aplicaciones en lugar de realizar una forzada que pudiera mover la tela. Luego de aplicado el color de base, retira la plantilla sin mover el marco y deja secar la pintura, para luego colocar la segunda y pasar la siguiente tinta.
Sólo recuerda retirar la cartulina una vez puesto el color y dejar secar antes del siguiente, aunque no demasiado tiempo como para saturar la malla de serigrafía en los sitios necesarios. De ser así, retira el marco, lávalo, sécalo, y vuelve a colocar en el mismo sitio exacto de la aplicación anterior. Podrás reutilizarlo cuantas veces quieras, o hasta que pierda su forma plana por acción de los lavados.
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